martes, 29 de septiembre de 2009

Público.es: 'The Washington Post' advierte a sus periodistas de "los peligros" de escribir en Facebook y Twitter

http://www.publico.es/ciencias/tecnologia/255966/the/washington/post/advierte/periodistas/peligros/escribir/facebook/twitter

Público.es

'The Washington Post' advierte a sus periodistas de "los peligros" de escribir en Facebook y Twitter

El diario entrega una guía a los periodistas de su plantilla en la que advierte sobre cómo tienen que comportarse cuando escriben en redes sociales

Por: EUROPA PRESS

28/09/2009 18:30

El diario estadounidense The Washington Post ha entregado una guía a los periodistas de su plantilla en la que les advierte sobre cómo tienen que comportarse cuando escriben en redes sociales como Facebook o Twitter, y les advierte de los "peligros" de estas páginas.

La guía, de la que habla el defensor del lector de la cabecera Andy Alexander en su blog, indica que las redes sociales son medios de comunicación, y, por lo tanto, pueden ser "una valioso herramienta para difundir y conseguir noticias", pero también esconden "potenciales peligros" que hay que conocer.

Así, señala que "todos los periodistas de The Washington Post renuncian a algunos de los privilegios personales que tienen como ciudadanos" al entrar a trabajar al medio, y les recuerda que, aunque usen las redes sociales para hablar de su vida privada, representan "en todo momento" al periódico, por lo que tienen que respetar una serie de normas.

"A efectos prácticos" el contenido que se publique en las redes sociales "es equivalente al que aparece en el periódico o en la página web"

En este sentido, la guía, elaborada por los editores del diario, afirma que "a efectos prácticos" el contenido que se publique en las redes sociales sobre los trabajadores "es equivalente al que aparece en los subtítulos del periódico escrito o en la página web de The Washington Post y ofrece una serie de consejos para no comprometer la "credibilidad" del medio.

Concretamente, recomienda a los trabajadores que "cuando usen una red social como Facebook, LinkedIn, My Space o Twitter, tengan en cuenta su integridad profesional" y se identifique como periodistas de The Washington Post. Además, la guía aconseja ser "concisos" y "claros" respecto a las intenciones sobre las que se escribe.

Asimismo, insta a los trabajadores del Post a "no poner en duda" con sus opiniones "la imparcialidad" de las noticias del periódico, para lo cual recomienda no abandonar "nunca" la separación entre información y opinión, recordar siempre la importancia del "uso apropiado del lenguaje y el tono" y no escribir o subir ninguna imagen que pueda sugerir que se tiene algún prejuicio político, racista, de género o religioso.

"Ten en cuenta que lo que escribes en una red social puede ser visto por cualquiera, aunque se trate de una cuenta personal con restricciones. Es imposible controlar el acceso a la información 'online'", señala en uno de sus párrafos la guía, que concluye sobre este tema "si no quieres que alguien encuentre algo en Internet, no lo pongas ahí".

miércoles, 23 de septiembre de 2009

NUEVO PERIODISMO



Lea el siguiente artículo que tiene elementos del "nuevo periodismo":

1. Náufragos de la pobreza (Diario El País)


REPORTAJE: UNA SEPULTURA EN EL ESTRECHO

Náufragos de la pobreza

Un hombre recorre en un furgón blanco un pueblo de Marruecos. Los vecinos lo llaman el coche de las malas noticias. Busca a las familias de los inmigrantes que viajaban en la patera que zozobró trágicamente el pasado 29 de junio. Son los muertos del Estrecho

JUAN DIEGO QUESADA 09/08/2009

Otmane recorre con una furgoneta blanca las calles principales de Khemisset (Marruecos). En la guantera lleva un puñado de fotos. En ellas se ven a varios chicos jóvenes, retratados de frente, con los ojos muy abiertos y una gran cicatriz que les atraviesa el pecho, desde la garganta hasta el ombligo. Otmane, empleado de una funeraria gaditana, lleva toda la mañana buscando en esta ciudad pobre y polvorienta a los familiares de los 10 muertos en el naufragio de una patera frente al cabo de Trafalgar. Al llegar a un arrabal de las afueras, se baja del vehículo y toca en la puerta de un garaje. Al rato le abre una mujer con velo. "¿Es éste su hijo?", le pregunta con la foto en la mano. A continuación mete la mano en el bolsillo y saca un segundo retrato: "¿Y ésta su hija?".

El furgón tiene una sirena en el techo y lleva un cartel que dice: "Servicios Funerarios Judiciales". Los vecinos miran con curiosidad. Nadie quiere que el desconocido llame a su puerta. A ese vehículo, muchos le llaman el coche de las malas noticias. Otmane trabaja para Sefuba, una empresa fúnebre que ha repatriado a unos 500 inmigrantes que han perdido la vida en el estrecho de Gibraltar. Hoy se ha acercado a las afueras de esta ciudad, de donde eran todos los que viajaban en la patera que naufragó el pasado 29 de junio. Contactó por teléfono con ellos hace días. Fue muy fácil. Las víctimas llevaban sus nombres y sus números de teléfono cosidos en el forro del pantalón o agujereados en el cinturón. A Otmane le toca en este momento mostrar las fotos tomadas durante la autopsia a los cadáveres.

La familia que visita ahora, numerosa, sin trabajo, vive en un garaje. Le abren la puerta al enterrador de sus hijos. En el interior están el padre y la madre de los muertos. Miran las fotos. No pueden creer que esos cadáveres con la boca cosida, bien peinados y los ojos a punto de salirse de las órbitas sean los hijos que parieron: Aicha y Mohamed Benamou, de 28 y 24 años. ¿Qué les llevó a lanzarse al Estrecho? El padre, El Mokhtar, un escayolista en paro, un artista de las molduras, avisa de que la historia es cruda. Aicha, la hija, tuvo una niña hace 18 meses con su novio. No estaban casados y todo esto se vio como una deshonra, una vergüenza. Lo mejor era contraer matrimonio. Pero el novio, cuando ya había fecha para el enlace, dijo que el recién nacido no era suyo y repudió a la muchacha. "No tenía trabajo, ni marido, ni nada. Nada", dice El Mokhtar. En cambio, Mohamed aprendió el oficio de su padre y llevaba varios años empleado en la escayola. Mantenía a toda la familia. Estaba siempre muy justo de dinero. Y no paraba de escuchar que en España se ganaba diez veces más que en Marruecos. Le ardía en el interior ver a su familia viviendo en un garaje. Quería una vida más digna para los suyos. "El día antes de subir a la patera me contaron los dos que se iban. Yo no sabía qué estaban tramando. No lo habría consentido, sé que es muy peligroso. Pero es lo que ellos eligieron. Ahora sólo me queda enterrarlos dignamente", dice el padre, que aún busca ayuda para poder costear los 5.000 euros que cuesta la repatriación de los dos cadáveres.

Aicha y Mohamed están guardados en una cámara frigorífica, a cuatro grados bajo cero, en el sótano de la funeraria de Los Barrios (Cádiz). Por esta cámara ha pasado el 90% de los inmigrantes que han perecido en el Estrecho desde 1999. La funeraria pertenece a Martín Zamora, un murciano de 48 años que llegó a este pueblo sin un duro en el bolsillo, casi por puro azar. El primer día que apareció por aquí se tomó un café en un bar y se dio cuenta de que no podía pagarlo. Tuvo que simular que había perdido la cartera en un descuido. Venía de trabajar en otra empresa funeraria de la que fue despedido. Dice él que por celos del hijo del jefe. "A ti tu padre te montó una empresa y eres rico. Ése es tu mérito. Él mío va a ser crear mi propia compañía", le retó el día que abandonó la oficina. Las ganas de superar a ese niño de papá es el combustible que ha llevado a Zamora a embarcarse en proyectos demenciales. Caminando un día por Los Barrios vio una parcela y de inmediato le pidió al Ayuntamiento que le cediesen los terrenos para montar un tanatorio. Un concejal pensó que era una buena idea. Se buscó un socio capitalista y después de un par de años difíciles, el hombre que no tenía ni para pagar un café era el director de una funeraria con quince empleados a su cargo.

Martín Zamora es un superviviente. Durante los primeros años el negocio estaba algo estancado. Había mucha competencia con las funerarias de Algeciras. Entonces se compró una ambulancia y un coche fúnebre. Fue una inversión muy fuerte. Zamora se pasaba el día enchufado a la emisora de los servicios de emergencia y en cuanto escuchaba que había un accidente con víctimas se presentaba en el lugar. Algo parecido a lo que hacen las grúas que se apostan en los tramos de las carreteras donde hay más accidentes. Si la persona estaba herida la llevaba al hospital. Si estaba muerta, esperaba hasta el levantamiento del cadáver y se hacía cargo de él.

Pero en realidad lo que le convirtió en un personaje de película (de hecho se hizo en 2008 un filme basado en parte en su vida) fue una tragedia que ocurrió a finales de 1999. Una patera zozobró en las costas gaditanas y murieron 17 marroquíes. En esa época, ninguna funeraria se hacía cargo de los cadáveres y no se hacían muchos esfuerzos por identificarlos. Zamora se presentó en la playa y se quedó con los cuerpos, con la autorización de un juez. Se puso en contacto por casualidad con algunos familiares de los muertos y descubrió que la mayoría de los ocupantes de la embarcación eran de la zona de Beni Mellal, en la región de Tadla-Azial. No se lo pensó dos veces y allí se presentó. Fue aldea por aldea con las pertenencias de los cadáveres y poco a poco fue encontrando a los familiares. Cobraba una media de 2.500 euros, cuando lo normal por una repatriación son 6.000. Los vecinos hacían recolectas de dinero. "Unos los cobraba y otros no. Era gente muy pobre y no todos podían costearlo. A veces se cobra de fundaciones y asociaciones solidarias de allí", cuenta Zamora en la cafetería de la funeraria. Así se hicieron, tras las pruebas de ADN, las primeras repatriaciones de unos cadáveres que estaban destinados a ser olvidados para siempre.

El estrecho de Gibraltar, de unos 14 kilómetros, es un enorme cementerio. Es imposible saber cuánta gente ha muerto en sus aguas. Muchos creen que si se pudiese desecar el mar entre Marruecos y España se encontraría un suelo plagado de cadáveres. La implantación estos años del Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) ha hecho que las llegadas de pateras a Cádiz haya descendido un poco en comparación con hace una década. Sin embargo, las peores tragedias siguen ocurriendo en sus costas. En lo que va de año han muerto una veintena de inmigrantes y según los supervivientes han desaparecido el doble de personas.

Nadie olvida lo que se conoce como la tragedia de Rota. Ocurrió en octubre de 2003. Treinta y seis ocupantes de una patera murieron ahogados frente a las costas tras volcar. Un golpe de mar de unos cuatro metros dio al traste con el plan de viaje de la expedición. Los dos primeros cadáveres tardaron dos días en aparecer. Desde ese día, el mar fue dejando los cuerpos en la costa de manera ininterrumpida durante dos semanas. Los bañistas dejaron de acercarse a esa cala. Era demasiado el horror de ver cómo, de repente, las olas escupían a la orilla un cadáver. El caso creó una gran controversia política, ya que los servicios de emergencia tardaron casi una hora en socorrer a los ocupantes. Martín Zamora fue quien se hizo cargo de los cuerpos.

El funerario pudo, junto a la Guardia Civil, identificar a la mayoría de los muertos. Salvo 13. Los 13 de Rota. Después de pasar varios años en la cámara frigorífica del tanatorio de Los Barrios, una juez ordenó que fuesen enterrados en el cementerio del pueblo. Allí siguen. Son nichos de cemento, austeros, espartanos. Llaman la atención sobre los otros nichos repletos de dedicatorias y poemas cursis grabados a cincel sobre el mármol. No tienen flores ni jarrones vacíos. Ni rastro de flores secas. Ni siquiera las de plástico que duran tanto tiempo. El encargado del cementerio, hace poco, se subió a la escalera para retocar las palabras "Náufragos de Rota" que estaban escritas en el nicho. Pero escribió una N tan grande que sólo cabían otras dos letras y dejó la abreviatura "Nuf Rota".

Tras la tragedia, las administraciones aseguraban en la prensa que iban a pagar todos los gastos de las víctimas. Tardaron varios años en hacerlo, hasta que Zamora protestó públicamente y al fin cobró algo más de 450.000 euros. Los cuerpos de los no identificados estuvieron hasta tres años en las cámaras frigoríficas. El empresario emitió una factura con el precio de la cámara a 65 euros por día y cadáver.

Cuenta una leyenda urbana que los cuerpos que nunca son identificados acaban siendo donados a la ciencia. No es cierto. El 10% de los náufragos nunca se llega a identificar. Es una fantasía que terminen en una facultad de medicina o un hospital. Al cabo de un par de años, y con autorización judicial, el cadáver debe ser enterrado en el municipio en el que apareció. Con una enorme D, de desconocido, y la fecha en la que murió. En la soledad.

Es mediodía y encima de la puerta de la sala de tanatopraxia de la funeraria de Los Barrios hay escritos unos versos en árabe del Corán. Hace años que Martín Zamora se convirtió al islam, aunque no cree en Dios ni reza nunca. Construyó una mezquita junto a la funeraria. Así es Zamora. Asegura, una vez que pisa el interior de la sala, que tiene miedo de los muertos. "No aguanto estar yo solo en el tanatorio. A veces he escuchado algo y he tenido que salir corriendo, dejando todo abierto", cuenta. En el interior de la cámara frigorífica guarda varios cuerpos que aún están sin entregar, entre ellos los de Aicha y Mohamed, los chicos que buscaban algo mejor que vivir en un garaje. Accede con reparos a fotografiarse en el interior. Ahí también están, dentro de unos ataúdes de madera y cinc, los restos de otros cuatro náufragos de hace un par de años. Nadie sabe quiénes son, de dónde vienen. No son nadie.

Al día siguiente, Zamora viaja a Marruecos con un guardia civil para recoger las muestras de ADN de los fallecidos en el naufragio frente al cabo de Trafalgar. Al llegar al puerto de Tánger se descubre un inmenso caos de coches y personas. "Bienvenido a vuestro país", reza en un cartel de la entrada. El mismo por el que deberán cruzar los féretros de los fallecidos dentro de una semana.

Hamed trabaja en el puerto desde hace décadas. Es un estibador de 68 años. Manos fuertes, ásperas, barba blanca. Ha visto centenares de náufragos volver al país dentro de una caja de madera. Asegura que no puede reprimir torcer el gesto cada vez que ve una. "La pobreza te hace ser un esclavo. Vive libre o muere. Es lo que piensan esos chicos que se lanzan al mar con una lancha neumática", dice, y señala al Estrecho, al que a él le gusta llamar "el tragahombres".

A la puerta del consulado español en Tánger esperan los familiares de los fallecidos, que han sido trasladados desde su ciudad en la furgoneta de la funeraria. Pasan de dos en dos a una sala, donde la Guardia Civil les coge muestras de saliva con un bastoncillo de algodón en presencia del funerario Zamora. Mientras esperan, los reunidos comentan a EL PAÍS que este viaje que hicieron sus hijos nunca deberían haber existido. Que el décimo cuerpo, el de Aicha, fue encontrado por unos pescadores a cuatro millas de Los Caños de Meca, en un avanzado estado de descomposición. Que qué demonios hacía su hijo en una patera, se pregunta una madre, cuando era propietario de una tienda de alimentos en el centro de Khemisset y, además, tenía una vida digna. "Ahora no queda ni siquiera la vida". Que tres de los que iban les obligaron a tirarse, a nadar contra la mar brava, terrible. Que al menos han sido detenidos y están en prisión preventiva.

A las tres acaban todos los trámites y, uno a uno los familiares van subiendo al furgón de la funeraria. La blanca, la de sirena en el techo y a la que nadie quiere nunca subirse ni que se aparque frente a su casa. Van de vuelta a casa.

Aicha y Mohamed serán repatriados dentro de una semana, cuando se cotejen sus identidades con las muestras de ADN. Llegarán al puerto de Tánger, donde les recibirá un gran cartel que les da la bienvenida a su país. Lo harán cerca, muy cerca, donde se embarcaron con la idea de volver y no tener que ver cómo los suyos vivían en un garaje. Vive libre o muere, pensaron, quizá, antes de partir.


Enlaces:
Definición de Nuevo Periodismo en Wikipedia.

Descargar el libro El Nuevo Periodismo de Tom Wolfe (formato RTF comprimido en Zip)

sábado, 12 de septiembre de 2009

Cómo funciona el periodismo hoy. Manifiesto.

Tomado de Uberblogged

Cómo funciona el periodismo hoy. Manifiesto.

Sep 8 2009 / 3:51 pm escrito por uberblogged 24 Comentarios

Ésta es mi traducción al español del Manifiesto de Internet que anda circulando por la red. Este manifiesto fue originalmente redactado en alemán por 15 periodistas y bloggers conocidos en la esfera de los nuevos medios alemanes. También existe una versión en inglés.

Manifiesto de Internet

Cómo funciona el periodismo hoy. Diecisiete declaraciones.

1. Internet es diferente.

Internet genera diferentes esferas públicas, diferentes términos de comercio y diferentes habilidades culturales. Los medios deben adaptar sus métodos de trabajo a la realidad tecnológica actual en lugar de ignorarla o desafiarla. Es su deber desarrollar la mejor forma de periodismo posible basada en la tecnología disponible. Esto incluye productos y métodos periodísticos nuevos.

2. Internet es un imperio mediático tamaño bolsillo.

La web reacomoda las estructuras de medios ya existentes trascendiendo sus antiguas fronteras y oligopolios. La publicación y diseminación de los contenidos de medios han dejado de estar atados a grandes inversiones. La autoconcepción del periodismo está —afortunadamente— siendo privada de su función de centinela. Todo lo que nos queda es la calidad periodística a través de la cual el periodismo se diferencia de la mera publicación.

3. Internet es nuestra sociedad, nuestra sociedad es Internet.

Las plataformas basadas en la web como las redes sociales, Wikipedia o YouTube se han vuelto parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas del mundo occidental. Éstas son tan accesibles como el teléfono o la televisión. Si las empresas de medios quieren seguir existiendo, deben entender el universo conjunto de los usuarios actuales y abrazar sus formas de comunicación. Esto incluye formas básicas de comunicación social: escuchar y responder, también conocido como diálogo.

4. La libertad de Internet es inviolable.

La arquitectura abierta de la Internet constituye la ley IT básica de una sociedad que se comunica digitalmente y, consecuentemente, del periodismo. No puede ser modificada por el mero propósito de proteger los intereses comerciales o políticos frecuentemente escondidos detrás de la ficción del interés público. Sin importar cómo esté hecho, bloquear el acceso a Internet pone en peligro la libre circulación de la información y corrompe nuestro derecho fundamental a decidir nuestro propio nivel de información.

5. Internet es la victoria de la información.

Por causa de una tecnología insuficiente, las empresas periodísticas, los centros de investigación, las instituciones públicas y otras organizaciones han sido las encargadas de compilar y clasificar la información mundial hasta ahora. Hoy en día cada ciudadano puede montar su propio filtro personal de noticias mientras que los motores de búsqueda explotan la abundancia de información con una magnitud nunca antes vista. Los individuos ahora pueden informarse mejor que nunca.

6. Internet cambia perfecciona al periodismo.

Gracias a la Internet, el periodismo puede cumplir con su rol social-educativo de una nueva manera. Esto incluye presentar la información como un proceso continuo y de cambio constante; la confiscación de la inalterabilidad de la prensa es un beneficio. Aquellos que quieran sobrevivir en este nuevo mundo de información necesitan de un idealismo rejuvenecido, con nuevas ideas periodísticas y un sentido de placer al explotar este nuevo potencial.

7. La red requiere establecer contactos.

Los enlaces son conexiones. Nos conocemos a través de enlaces. Aquellos que no los usan se excluyen a sí mismos del discurso social. Esto también aplica para los sitios web de los medios tradicionales.

8. Los enlaces retribuyen, las citas adornan.

Los motores de búsqueda y los agregadores facilitan el periodismo de calidad: elevan el hallazgo de contenido excepcional sobre una base a largo plazo y por lo tanto son una parte integral de la nueva esfera pública conectada. Las referencias a través de enlaces y menciones —especialmente aquellas hechas sin ningún consentimiento o siquiera remuneración de su creador—hacen, en primer lugar, posible la cultura misma del discurso social conectado. Ellos son, en todos los casos, dignos de protección.

9. Internet es la nueva sede del discurso político.

La democracia prospera con la participación y la libertad de información. Transferir la discusión política desde los medios tradicionales hacia la Internet y expandirse en ésta discusión involucrando la participación activa del público es una de las nuevas tareas del periodismo.

10. Hoy libertad de prensa significa libertad de opinión.

El artículo 5 de la Constitución Alemana no comprende derechos de protección para profesiones o modelos de negocio técnicamente tradicionales. La Internet invalida los límites tecnológicos entre el amateur y el profesional. Esta es la razón por la que el privilegio de la libertad de prensa debe aplicar para cualquiera que desee contribuir al cumplimiento de las obligaciones periodísticas. Cualitativamente hablando, no debería existir diferencia alguna entre periodismo remunerado y no remunerado, sino entre periodismo bueno y periodismo malo.

11. Más es más – nunca la información es demasiada.

Había una vez instituciones tales como la Iglesia que priorizaban el poder por encima de la conciencia personal y alertaban sobre un flujo de información sin filtros cuando la imprenta fue inventada. Por otro lado estaban los panfleteros, enciclopedistas y periodistas que probaron que más información conduce a más libertad, tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto. Al día de hoy, nada ha cambiado al respecto.

12. La tradición no es un modelo de negocio.

Se puede hacer dinero en Internet con contenido periodístico. Existen muchos ejemplos de esto actualmente. Sin embargo, a causa de que la Internet es altamente competitiva, los modelos de negocio tienen que ser adaptados a la estructura de la red. Nadie debería intentar fugarse de esta adaptación esencial diseñando políticas destinadas a preservar el status quo. El periodismo necesita abrir competencias para las mejores soluciones de refinanciación en la red, junto con el coraje de invertir en la implementación multifacética de estas soluciones.

13. El Copyright se vuelve un deber cívico en la Internet.

El derecho de reproducción es la piedra angular fundamental de la organización informacional en la Internet. Los derechos de los creadores para decidir el tipo y ámbito de diseminación de sus contenidos también son válidos en la red. Al mismo tiempo, el copyright no deberá ser abusado como una palanca para salvaguardar mecanismos de abastecimiento obsoletos y aislar nuevos modelos de distribución o programas de licencias. La propiedad acarrea obligaciones.

14. Internet posee numerosas divisas.

Los servicios periodísticos en línea financiados a través de anuncios ofrecen contenido a cambio del “efecto-tirón”. El tiempo de un lector, espectador u oyente es valorable. En la industria del periodismo, esta correlación siempre ha sido uno de los principios fundamentales de la financiación. Otras formas de refinanciación que son periodísticamente justificables necesitan ser forjadas y evaluadas.

15. Lo que está en la red se queda en la red.

La Internet está elevando al periodismo a un nuevo nivel cualitativo. Texto, sonido e imágenes en línea ya no tienen que ser transitorios. Permanecen recuperables, y por consiguiente construyen un archivo de historia contemporánea. El periodismo debe tomar el desarrollo de la información, su interpretación y errores en consideración, por ej., debe admitir estos errores y corregirlos de una manera transparente.

16. La calidad permanece como la cualidad más importante.

La Internet desacredita los productos homogéneos en masa. Sólo aquellos que sobresalen, son creíbles y excepcionales conseguirán una audiencia estable a largo plazo. Las demandas de los usuarios se han incrementado. El periodismo debe satisfacerlas y acatar sus propios principios formulados.

17. Todos para todos.

La web constituye una infraestructura para el intercambio social superior a la de los medios masivos de comunicación del siglo 20: cuando entra en duda, la “generación Wikipedia” es capaz de valorar la credibilidad de una fuente, rastrear noticias hasta la fuente original, investigarla, chequearla y evaluarla —solos o como parte de un esfuerzo grupal. Los periodistas que desdeñan esto y no están dispuestos a respetar estas habilidades no serán tomados en serio por estos internautas. La Internet hace posible comunicarse directamente con aquellos alguna vez conocidos como destinatarios —lectores, oyentes y espectadores—y sacar provecho de su conocimiento. No son los periodistas sabelotodos los que están en demanda, sino aquellos que comunican e investigan.

Internet, 07.09.2009

jueves, 3 de septiembre de 2009

PRUEBA 01 SEGUNDO SEMESTRE

Lea atentamente las instrucciones y recuerde guardar su prueba en la carpeta "Mis documentos" con su nombre y curso:

INSTRUCCIONES DE USO:

Una vez descargado el archivo, guárdelo en su computador (en la carpeta Mis Documentos) con su nombre y curso. Al finalizar el trabajo en clase de la prueba, guarde los cambios y envíelo a su propio correo electrónico para seguir trabajando en casa. Si tiene algún problema consulte con el profesor.

De estas siete preguntas, elija cinco y conteste a continuación. SIGA CON ATENCIÓN LAS INSTRUCCIONES.

LAS PREGUNTAS 05 Y 07 SON OBLIGATORIAS.

PUEDE CONSULTAR LA WIKIPEDIA, BUSCAR EN GOOGLE O REVISAR EL BLOG DEL CURSO SI LO NECESITA: WWW.TALLERINFORMATICA2009.BLOGSPOT.COM

Una vez finalizada la prueba envíela al correo del profesor: lcatalan(arroba)scmonjasinglesas.cl con su nombre y curso en el asunto.

Para bajar la prueba haga clic acá.


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